sábado, 13 de julio de 2013

surgimiento de naciones


CAUSAS DEL SURGIMENTO DE LAS NACIONES:
El surgimiento de las naciones europeas se da en especial por las siguientes causas: Por medio de diversas leyes se impone la autoridad del rey y con ello se debilita el sistema feudal.
Los burgueses les proporcionan a los reyes hombres y dinero y cambio los reyes les ofrecen seguridad y dictan leyes favorables para el desarrollo mercantil y artesanal.
Resurgen los estudios y en especial el de el derecho romano, según el cual es al emperador como máxima autoridad al que le corresponde dictar leyes, lo cual fue apoyado por varios juristas de los siglos XII y XIII que aplicaron estos principios a favor de los monarcas, en contra de los nobles y el clero a quienes privaron de muchos de sus derechos.
La unificación nacional se vio representada por las monarquías nacionales.

FRANCIA:

Francia fue gobernada por la dinastía de Hugo Capeto desde el siglo X y de esta dinastía, Felipe Augusto le arrebata a Inglaterra los feudos franceses que estos poseían y Felipe el hermoso hizo crecer el poder de Francia cuando luego de luchar contra el papa Bonifacio VIII logró que se eligiera un Papa francés y que trasladara su sede al sur de Francia en Aviñón, subordinado casi por completo a las órdenes del rey Francés.

RECUERDE:
Un acontecimiento determinante en la hegemonía Francesa fue la guerra de los cien años, entre los siglos XIV y XV. En ésta se dio un enfrentamiento entre ingleses y franceses que se disputaban los feudos en el cual Francia salió victoriosa. 

INGLATERRA:

Durante muchos años, varios de sus estados ingleses estuvieron gobernados por los anglosajones y normandos o también llamados vikingos. Estos, bajo el mando de Guillermo el conquistador, unificaron todas las comarcas del Sur en el siglo XI, introduciendo el régimen feudal en Inglaterra.

En el siglo XII, la Familia Plantagenet, vasallos de la corona de Francia, eran quienes gobernaban el Estado Inglés, pero en la medida que el monarca fue adquiriendo el poder central, a finales de la Edad Media, estos fueron perdiendo varias de sus posesiones francesas.
Quienes sucedieron a los Plantagenet se caracterizaron por gobernar de manera tan radical que en 1215 los nobles se revelaron contra Juan sin Tierra a quien le hicieron firmar una carta donde se comprometía a conceder una serie de derechos a los ciudadanos, entre ellos estaba el "Habeas Corpus" o derecho de seguridad personal. Medio siglo después, este compromiso fue desconocido por el rey Enrique III a quien luego de presionar, se le obliga a crear una asamblea denominada parlamento, la cual ha continuado en sus funciones hasta el momento.

RECUERDE:
Después de la guerra de los Cien años sostenida con los franceses se presentaron una serie de luchas civiles entre las casas de Lancaster, que tenía en su escudo una rosa roja y la de York con una rosa blanca en el escudo, razón por la cual estos enfrentamientos son conocidos como "la guerra de las dos rosas" que termina con el matrimonio entre miembros de las dos casas, dando inicio a la dinastía Tudor quienes gobiernan hasta el siglo XVI y crean la nacionalidad inglesa. 

ESPAÑA:

Como ya hemos visto, los árabes habían conquistado la mayor parte de la península Ibérica, sin embargo esto no fue total, pues en el caso de la región montañosa del norte, allí se refugiaron los cristianos que no quisieron ser sometidos a los musulmanes o moros, donde se organizaron para la reconquista y se agruparon en varios condados dando origen a reinos como: Asturias, León, Castilla, Navarra y Aragón.

En la medida en que la reconquista avanza, se va dando el debilitamiento político de los árabes, en especial en el Califato de Córdoba. Este proceso es facilitado por los papas quienes otorgan privilegios de cruzados a los nobles que derrotaran a moros de la península, estimulando la formación de órdenes militares con carácter religioso como la de los Caballeros de Calatrava entre otros. 


LA RECONQUISTA:

En la medida en que la reconquista avanza, se va dando el debilitamiento político de los árabes, en especial en el Califato de Córdoba. Este proceso es facilitado por los papas quienes otorgan privilegios de cruzados a los nobles que derrotaran a moros de la península, estimulando la formación de órdenes militares con carácter religioso como la de los Caballeros de Calatrava entre otros.

En el siglo XI surgió en España un héroe nacional: Rodrigo Díaz de Vivar llamado el Cid por los Moros, de quien se ha escrito un largo poema épico, el Mío Cid, que narra las campañas de éste héroe y es el más importante documento de la época Medieval.

El proceso de unidad Nacional española se da realmente cuando el rey de Asturias, Don Pelayo, inicia la reconquista y uno de sus sucesores se da a la tarea de expandir el territorio, al cual le dio el nombre de León.

El Reino de Navarra amplio su territorio tomando parte de los montes Pirineos y del centro de la península. Al morir uno de los reyes, el reino de Navarra quedó dividido entre los nuevos reinos de Aragón y se unió a Cataluña y de Castilla.

RECUERDE:
En el siglo XII, la zona cristiana de España se dividía en los reinos de León al noroeste, Aragón al norte y Castilla en el centro, luego León y Castilla se unen y al finalizar la Edad Media por medio del Matrimonio de Isabel de Castilla y León y Fernando de Aragón, se lleva a cabo la unidad española. 

PORTUGAL:

Este territorio había sido entregado como Feudo por Alfonso VI de Castilla a su hija, a finales del siglo XI. Su nieto Alfonso Enríquez se independizó de Castilla, ocupó Lisboa y mas tarde por medio de un matrimonio, Portugal firmó la paz con el reino de Castilla. 


ITALIA:

Allí, las ciudades independientes del norte se convirtieron en prósperas repúblicas aristocráticas gobernadas por nuevos nobles que controlaban tanto el campo como la ciudad. Las repúblicas más importantes eran Venecia, Génova, Toscaza y Milanesado. Génova y Venecia monopolizaban el tráfico mercantil del Mediterráneo. Los Estados Pontificios se extendían por el centro de la península y en el sur el Reino de las Dos Sicilias se lo disputaban Francia y la naciente España.


ALEMANIA:

La Institución política más importante de Europa durante la Edad Media fue el Sacro Imperio Romano- Germánico, constituido por Otón el grande de Sajonia en el 962, al desintegrarse el Imperio Carolingio.

Los cinco grandes Estados Germanos: Sajonia, Franconia, Lorena, Baviera y Suabia formaban el núcleo del imperio, aunque conservaban una gran independencia con la que lograron imponer que la elección del emperador fuera por elección entre los miembros nobles de cada estado y no hereditaria.

En 1024, uno de los miembros de la dinastía de Franconia remplazó a los emperadores de la casa de Sajonia, Enrique IV, a quien le tocó enfrentar constantes luchas con los vasallos y con la Iglesia con quien le tocaba compartir el poder y la administración.

Recordemos también, que cuando el Papa Gregorio VII quiso nombrar los obispos de Alemania sin consultar al Emperador, fue cuando se presentó la "Querella de las Investiduras".

En el siglo XII La casa de Suabia sube al poder y en ella sobresalió el emperador Federico Barbarroja, quien quiso imponer su autoridad a todos los reyes alemanes y dominar completamente a los Estados Pontificios por medio de varias luchas que agotaron sus fuerzas sin lograr sus objetivos. A este personaje lo sucedió su nieto, Federico II quien tampoco logró imponer su autoridad en el territorio y a su muerte el imperio Romano- Germánico se dividió en reinos, ducados, principados, condados y ciudades que vivían bajo el régimen feudal.

A finales del siglo XIII, fue elegido como Emperador, un noble de la familia de los Habsburgos, estos conservaron el poder durante 5 siglos. Uno de los reyes mas destacados de esta dinastía fue Carlos V de Alemania. 

RUSIA:

En el siglo IX los suecos invadieron las llanuras rusas y Rurik estableció un gobierno en el norte. Por la misma época se fundó en el sur otro reino cuya capital fue Kiev, la cual se constituyó mas adelante en la única capital, cuando estos territorios se unificaron.

Rusia estableció relaciones sociales y culturales con el Imperio de Oriente e incluso en el siglo X se efectuó el matrimonio entre el príncipe de Kiev y la hija del emperador de Constantinopla lo cual condujo a que todos los habitantes del lugar adoptaran el cristianismo.

Los posteriores gobiernos rusos mantuvieron su independencia hasta mediados del siglo XIII, cuando los mongoles o tártaros penetraron a Europa con el dominio de Asia Oriental y conquistaron a Rusia, destruyendo a Kiev; venciendo a los polacos, a los húngaros y a los rumanos.

La invasión de los mongoles al mando de Gengis Kan extendió el imperio de estos desde Polonia y Hungría hasta Corea formando el imperio Mongol.

A partir del siglo XV comienzan a sobresalir los duques de Moscú por encima de los mongoles cuando Iván el Grande renunció al vasallaje tártaro o Mongol y empezó a dominar a los demás pueblos. Al terminar la Edad Media Iván el Grande gobernaba Moscú y preparaba el camino para que Iván el Terrible lograra establecer una nación en las llanuras rusas. 

mercantilismo

Es el sistema económico que impera desde la monarquía absoluta de mediados del XVII
hasta que lo va desplazando la fisiocracia del despotismo ilustrado del último tercio del XVIII.
Se caracteriza el mercantilismo por ser un sistema intervencionista (porque el Estado interviene en la economía)
y un sistema proteccionista (porque interviene, en particular, poniendo barreras aduaneras a las importaciones para proteger la producción nacional de la competencia de los productos extranjeros), con el objetivo de aumentar el poder del Estado, y en particular las reservas de oro y plata.


Fue un sistema desarrollado como un instrumento de la monarquía absoluta sobre todo por el Intendente colbert en la Francia de Luis XIV, de ahí que al mercantilismo se le llama también cobertizo. Pero también se emplea en Inglaterra cuando las revoluciones del XVII sustituyen el absolutismo de la monarquía por el más intenso del Parlamento.
Continuó imperando en los dos primeros tercios del XVIII.


En España, los últimos ministros de Carlos II implantan ya en las últimas décadas del XVII algunas medidas mercantilistas copiadas del colbertismo.
En el XVIII, los ministros de Felipe V, en su política de plena imitación francesa, intensifican el proteccionismo mercantilista (prohíben la importación de textiles para proteger la industria española, crean Reales Fábricas para reducir las importaciones).
El mercantilismo se va abandonando de la siguiente manera:
En la época de Carlos III, imitando la nueva corriente imperante en Francia, la de la fisiocracia de los ilustrados, se pasa a la política económica no intervencionista y librecambista (de signo contrario al proteccionismo):


En 1760, debido a las ideas fisiocráticas preliberales de los ilustrados, se liberaliza la importación de textiles con la consiguiente quiebra de empresas y despido de obreros.
En 1765, liberalizan el precio del trigo, suprimiendo la tasa o precio máximo, en una época de gran escasez debido a las malas cosechas de 1761 a 1765: la supresión de la tasa del trigo hizo subir enormemente el precio del pan en aquellas circunstancias; al año siguiente, 1766, estalló el Motín de Esquilache
.


En 1778, liberalizan el comercio con América. El mismo año liberalizan el comercio del aceite. La supresión de la Casa de Contratación tiene lugar en 1790.
Se podría considerar tan sólo como pre mercantilismo la reserva del mercado de las Indias para Castilla centralizado en la Casa de Contratación desde 1503, entre otras medidas de los Reyes Católicos, Pero no habrá una política económica mercantilista de España en las Indias, porque se permite e incluso se fomenta la producción de manufacturas en aquellos países hispanos, aunque hacen la competencia a las de la propia España, lo cual es considerado con sorpresa y crítica por historiadores y economistas extranjeros. En las Indias se fomentó, al mismo nivel que en España, no sólo el desarrollo económico, sino el cultural con la creación de Universidades.

Una de las prácticas del mercantilismo, inexistente en España, es el llamado eufemísticamente "pacto colonial", como el llevado a cabo por Inglaterra, consistente en que las colonias son reducidas a producir exclusivamente materias primas y a venderlas a la metrópoli, que las elabora y las transforma en productos manufacturados, y las exporta a sus colonias sin competencia, porque el "pacto colonial" empieza por prohibir la manufacturación en las colonias y, en caso de que exista, suprimirla previamente, como hizo Inglaterra en 1700 al suprimir la manufacturación artesanal textil del algodón en la India.
Las colonias son mantenidas en el atraso económico, social y cultural mediante el mercantilismo.

Las Leyes (Acts) de Navegación adoptadas por Inglaterra entre 1651 y 1660 monopolizan el comercio de su imperio en favor de la flota de la metrópoli y serán un poderosísimo medio de conseguir la hegemonía naval y el dominio del mundo. Son medidas típicamente mercantilistas.
Después Inglaterra, dueña del comercio y único país industrializado hasta mediados del XIX propugnará el librecambismo para que los demás países bajen las barreras aduaneras con las que protegen su producción de la competencia de los productos industriales británicos con los que no pueden competir, y buscará penetrar en el mercado hispanoamericano y adueñarse de él.


La liberalización en España del comercio con América de 1778 y la supresión de la Casa de Contratación en 1790 servirá muy bien a sus propósitos.
Pero ellos siguen manteniendo el proteccionismo de los productos que son más caros de producir en Inglaterra como el trigo, reservándose el mercado interno de su propio país, mediante las Leyes del Trigo, y su hegemonía naval mediante las Leyes de Navegación, hasta mediados del XIX. Hasta 1846 concretamente no se derogan las Leyes del Trigo

y hasta 1849, las Leyes de Navegación.

descubrimiento de america


Una vez conseguido el apoyo de los Reyes católicos de España, el 3 de agosto de 1492 salen en expedición Cristóbal Colón junto con 120 hombres de tripulación, en su mayoría, reclutados en el Puerto de Palos entre delincuentes comunes y condenados a trabajos forzados. Para su viaje contaban con tres carabelas llamadas la Pinta, la Niña y la Santa María Los reyes habían entregado aparejadas las dos primeras embarcaciones y la tercera la aparejó Colón con la ayuda económica de Martín Alonso y Vicente Yánez Pinzón, expertos marinos y constructores navales del Puerto de Palos. Navegaron las costas de África y llegaron a las islas Canarias, en donde una avería en la Pinta retraso el viaje hasta el 6 de septiembre. Desde la isla Gomera del archipiélago Canario zarparon de nuevo las carabelas, rumbo al oeste.



Después de varios meses de navegación el 12 de octubre de 1492 en la madrugada el marinero Rodrigo de Triana divisó Tierra. Habían llegado a una de la isla del archipiélago de las Bahamas llamada por los indígenas Guanahaní y que Colón le puso el nombre de San Salvador. Al amanecer Colón desembarcó, acompañado de Martín Alonso y Vicente Yánez Pinzón, capitanes de La Pinta y La Niña, y tomó posesión de la tierra descubierta en nombre de la Corona de Castilla. Después de la exploración por el archipiélago Colón se dirigió al sur descubrió la isla de Cuba y Haití y le dio el nombre de la Española. Fue ahí precisamente donde naufragó La Santa María, obligando a los españoles a construir con los restos de la nave, una especie de establecimiento llamado "Fuerte de la Navidad", en donde quedaron 40 españoles, ansiosos de riquezas, mientras Colón emprendía el viaje de regreso a España con las otras dos embarcaciones.


El 15 de marzo de 1493, llega de nuevo a Puerto de Palos con la noticia de haber descubierto tierras en el océano. Llevó a la corona española oro, muestras de plantas, animales desconocidos en Europa y 6 indígenas que habían capturado. Llamados así, ya que Colón creyó que había llegado a Las Indias sin sospechar que realmente era continente americano.




Después de este viaje, se organizaron otros viajes menores financiados por la corona española. Núñez de Balboa cruzó a pie el estrecho de Panamá y encontró el océano pacífico en 1513, Francisco Hernández de Córdoba en 1517 y Juan de Grijalva en 1518 recorrieron las costas mexicanas. Finalmente, Américo Vespusio desde 1451 a 1512 recorrió la costa norte de América del sur, los litorales del Brasil y el sur de la Patagonía y comprobó definitivamente que donde Colón había llegado no era las Indias sino un nuevo continente al que dio su nombre: América.

La hazaña de Cristóbal Colón no tiene precedentes en la historia de la humanidad. Con el descubrimiento del Nuevo Mundo se aportó a España un continente de riquezas de toda naturaleza y la gloria de modificar los conocimientos geográficos existentes para la época. América por su parte recibió un gran legado cultural, de adelantos y de expresiones artísticas no sólo occidentales sino también orientales.

De igual forma, con el descubrimiento de América se potencializó el desarrollo del capitalismo tanto por la extracción de riquezas de esta parte del mundo, como por la introducción de nuevos productos agrícolas en Europa (papa) que sirvieron de base para la alimentación del pueblo, lo que facilitó la formación y sustento de los contingentes obreros, claves para el establecimiento de la Revolución Industrial en el siglo XVIII.



En consecuencia, el 12 de octubre de cada año se propone como fiesta nacional en donde se celebra el día en que las carabelas de Colón llegaron al continente Americano. El "Día de la Raza" es una ocasión para detenerse a pensar y ver que las naciones americanas deben ser plurales en lo cultural, lo étnico y lo racial.

la iglesia en el feudalismo

La Iglesia ocupó un lugar destacado en las instituciones de la Edad Media. Fue la guía espiritual de la época. A pesar de su importancia, no pudo mantenerse al margen del sistema vigente: ella también se “feudalízó, proceso que le originó diversos dificultades. Sus altas jerarquías recibían feudos de manos de los señores nobles o del emperador. Esto implicaba que debían rendir juramento de fidelidad y convertirse en vasallos de personas ajenas a la Iglesia. Era corriente entonces que el emperador o los señores feudales nombraran obispos y párrocos, y les otorgaran los bienes temporales tanto como los espirituales. Esto originó una des-centralización eclesiástica.

A estos problemas internos se sumó una serie de conflictos y controversias con el alto clero de Bizancio. La Iglesia de Oriente tomó el nombre de ortodoxa y desconoció fa autoridad del Papa. Estos hechos sellaron la ruptura, es decir el Cisma de Oriente, la separación definitiva de la Iglesia de Bizancio y la Iglesia romana.
Del seno de la Iglesia Católica surgió entonces un movimiento reformador que tuvo como objetivos principales poner fin a la intromisión del poder laico en los asuntos religiosos y mejorar el clima espiritual del momento. Las reformas fueron impulsadas por el Papado y por el clero regular.

El vigor de las órdenes monásticas: En el siglo X surgieron con gran vigor nuevos órdenes monásticas, que intentaron luchar contra los males que aquejaban a la Iglesia. Desde los monasterios se predicaba el renunciamiento a las vanidades del mundo como una de las condiciones para salvar el alma.
La reforma de los conventos partió de Francia. El 11 de noviembre del año 910, el duque de Aquitania, conocido como Guillermo el Piadoso, fundó un monasterio en la localidad de Cluny y lo puso bajo la protección directa del Papa, sustraiéndola de la autoridad del obispo local. Se formó entonces una orden religiosa, la cluniacense, que observaba con mucho cuidado a regla de San Benito:
la combinación del trabajo manual con la oración, la recitación de los Salmos, el respeto por el silencio y la confesión pública de los pecados.
La orden cluniacense comenzó a condenar en forma sistemática ¡a vinculación entre Iglesia-Estado; especialmente en referencia a la situación en Alemania, donde los obispos eran “semifuncionarios” del emperador. Para los monjes de Cluny, la función más importante que tenía que cumplir la Iglesia en la Tierra era la salvación del alma y para ello necesitaba estar libre de la intromisión estatal. Se debía terminar con la compraventa de cargos eclesiásticos. Desde Cluny surgió entonces la idea de que el poder laico debía estar subordinado al poder moral de los eclesiásticos.

La actividad que esta orden desarrolló rehabilitó el espíritu religioso en la opinión pública. De esta orden surgieron muchos clérigos notables, como Hildebrando que luego se convirtió en el papa Gregorio VII. (Ver Reformas Eclesiásticas de Gregorio VII)
En el siglo XI surgió otro movimiento reformista en Cister, bosque de Francia, en donde el abad Roberto con algunos de sus religiosos se instalaron para fundar un monasterio. Aplicaron también con respeto las reglas de San Benito. Desde allí se desarrollé una orden religiosa de tal magnitud que no tardó en hacerse célebre. Los monjes cistercienses tomaron el nombre de Bernardo, en honor de uno de sus clérigos más destacados, San Bernardo. La influencia de Cister y Cluny no se limite al ámbito religioso; también fueron los creadores de estilos arquitectónicos propios.
El movimiento monástico no se detuvo. En los siglos posteriores surgieron nuevas órdenes, como los franciscanos y los dominicos.
A comienzos del siglo XIII un religioso italiano, San Francisco de Asís, fundó la orden de los Frailes Menores, luego llamada franciscanos. Predicó dos virtudes primordiales: la fe y la caridad, a través del ejemplo de una vida humilde, y con la renuncia a las riquezas que le brindaba su familia. La orden franciscana fue muy popular y se convirtió en una de las más fecundas instituciones del catolicismo.

En el mismo siglo Santo Domingo de Guzmán fundó la orden de los Predicadores, considerada como una de las más importantes órdenes mendicantes.



El objetivo de Santo Domingo fue la necesidad de combatir la herejía (desviación de la interpretación del dogma católico, no sólo con la palabra sino con la conducta y las obras. Los dominicos renunciaban a los bienes terrenales, concebían el estudio como una forma esencial para concretar sus aspiraciones religiosas: sus claustros fueron verdaderos aulas de ciencias. Los monasterios se convirtieron de esta manera en centros importantísimos de la vida en esa época.

renacimiento


El movimiento del Renacimiento era el nombre dado al auge cultural sucedido durante los siglos XIV, XV y XVI en Europa, y trató de rescatar la cultura olvidada durante la Edad Media. Se desarrolló especialmente en Italia y de manera tardía en otros países europeos como los Países Bajos.
Las principales características del Renacimiento fueron el racionalismo, el experimentalismo, el individualismo y el antropocentrismo. Una gran característica del Renacimiento fue el humanismo teniendo como protagonista en escena al propio hombre que a partir de entonces comenzó a ser tratado como ser racional y centro del universo.
El Renacimiento también se caracterizó por importantes descubrimientos científicos, especialmente en los campos de la astronomía, la física, la medicina, las matemáticas y la geografía.
El Renacimiento nació en Italia, concreta-mente en las ciudades que han enriquecido el comercio en el Mediterráneo. El Renacimiento influyó profusamente en los pensadores ilustrados del siglo XVII.

CARACTERÍSTICAS DEL RENACIMIENTO
El hombre del Renacimiento se caracteriza por el individualismo, el racionalismo, el hedonismo, el antropocentrismo, el realismo, los valores clásicos y el naturalismo.
Recuperación de la cultura clásica grecorromana: en oposición a la mentalidad medieval, los renacentistas adoptaron los valores clásicos de la antigua Roma y Grecia. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el Renacimiento no es una repetición de la cultura clásica sino una nueva re-interpretación a la luz de una nueva era.

Individualismo: la burguesía trató de abandonar el espíritu empresarial que prevaleció en la Edad Media. Los artistas comenzaron a firmar sus obras y los nobles y burgueses encargaron imágenes o estatuas de sí mismos.
Racionalismo: se valora la relación (conciliar fe y razón). La búsqueda del conocimiento. Profundizó la crítica.
Hedonismo: mientras que en la Edad Media destacó el sufrimiento, el hombre del Renacimiento buscaba auto-satisfacción (placer) y la realización espiritual.
Antropocentrismo y humanismo: a diferencia del teocentrismo, el hombre del Renacimiento se presenta como el centro del universo, el hombre es la medida de todas las cosas. Esto no quiere decir que el hombre del Renacimiento era un ateo o pagano sino que tenía un misticismo religioso diferente al que prevaleció en la Edad Media.
Naturalismo: la integración del hombre con la naturaleza y el descubrimiento de la íntima conexión con el Universo.
Realismo: es una característica notable de dibujos y pinturas del Renacimiento, porque el artista quería entender todos los aspectos de la creación.
Repudio de los ideales medievales: oposición a la caballería de las instituciones más importantes de la Edad Media así como la escuela escolástica.
Mecenazgo: la cultura renacentista fue financiada por los poderosos de la época. Los mecenas fueron comerciantes, banqueros, papas y aristócratas.

PROCESO HISTÓRICO
La política económica, social y cultural fue integrada. En este sentido, el Renacimiento no fue un fenómeno aislado, sino más bien uno de los eslabones de la cadena inmensa que marca la transición de la Edad Media a la Edad Moderna en Europa. En el ámbito económico y comercial sucedía una expansión en el extranjero entre los siglos XV y XVI. Políticamente, se produjo la centralización del poder, lo que dio lugar a la formación del Estado moderno. En términos sociales las ciudades fueron influidas por la clase burguesa ligada a la actividad comercial.

El renacimiento rompió el hasta entonces poco a poco el monopolio cultural ejercido por la orden eclesiástica. Se expresó la primera manifestación de una cultura secular burguesa (no la iglesia), racional y científica. Factores que promueven el Renacimiento Económicamente, el renacimiento comercial revivió el intercambio cultural entre Oriente y Occidente, convirtiéndose en el principal factor de renacimiento cultural.
En el plano social, las condiciones de urbanización habían generado una nueva cultura, y las ciudades del Renacimiento servían como polo de irradiación.
En el plano intelectual, la reanudación de los estudios de obras clásicas grecorromanas fue de gran importancia para caracterizar el tipo de arte. Esto fue posible gracias a los monasterios medievales que conservaron en sus librerías muchas de estas obras, protegidas de la destrucción por las invasiones bárbaras del período.

las cruzadas



El siglo XI fue el apogeo de la fe cristiana, donde la ilusión de una Europa unificada bajo la autoridad papal, parecía ser una realidad palpable. Esta época gloriosa se empañó cuando los turcos seléucidas abrazaron el islam y se opusieron a toda fe distinta de la suya. Con el objetivo de eliminar a sus adversarios religiosos, atacaron el imperio de Oriente y se apoderaron del Asia menor. Los peregrinajes a Tierra Santa fueron prohibidos y el odio se hizo evidente entre estos fanáticos musulmanes y los caballeros, que también habían jurado defender la fe católica aún a riesgo de sus vidas. Con el objetivo de erradicar a los infieles musulmanes de Tierra Santa, enarbolando una bandera que mostraba como símbolo una cruz roja, se inició la Guerra Santa, por orden del Papa Urbano II. 

Los cruzados obtenían privilegios terrenales por participar en estas campañas y sobre todo los motivaba hallar la salvación espiritual al luchar por los ideales cristianos.

Hubo en total ocho cruzadas, entre los siglos XI y XIV. 

LA PRIMERA CRUZADA:
Desarrollada entre 1096 y 1099, estaba integrada por una parte por la llamada Cruzada de los pobres, que reunió desorganizada mente a mucha gente humilde, dirigidas por Pedro el Ermitaño. Este grupo fue literalmente masacrado. 

Mejor suerte corrió la llamada Cruzada de los Príncipes, más organizados, con fuerzas provenientes de Francia, Países Bajos y Sicilia, que pudieron tomar Jerusalén en 1909 y obtener cuantiosas ganancias con las que crearon cinco estados feudales (entre ellos, el reino de Jerusalén, el principado de Antioquia, el condado de Odessa y el de Trípoli) y numerosos castillos. Sin embargo, no midieron el costo de la represalia que no tardó en llegar. Los turcos se apoderaron de uno de los cinco estados, el de Odessa. 

LA SEGUNDA CRUZADA:

Fue organizada por San Bernardo, y en ella tomaron injerencia activa los reyes cristianos, sobre todo el de Francia, Luis VII y el emperador germano Conrado III, pero no obtuvo los logros esperados. Los turcos reconquistaron Jerusalén en el año 1171, gracias a la acción unificadora de los reinos musulmanes, realizada por Saladino, sultán de Siria y Egipto, hombre de gran carácter y humanidad que ocupó además toda la Siria musulmana y una parte de los países situados más allá del Éufrates medio.



Todo se precipitó por la acción de Reinaldo de Châtillon, que se dedicó a violar las treguas y a la piratería, e incluso atacó la caravana que integraba la hermana de Saladino, quien fue asesinada, provocando la ira del sultán, quien juró venganza. Esta se concretó luego de la derrota cristiana en la batalla de Cuernos de Hattin ocurrida el 4 de julio de 1187, oportunidad en la que Saladino ejecutó al asesino de su hermana. 


TERCERA CRUZADA:
El fracaso de la Tercera Cruzada puede atribuirse a la enemistad entre Francia e Inglaterra y entre el imperio de Oriente y los cristianos de Occidente. Fue convocada por el papa Gregorio VIII, con la participación de numerosos monarcas, entre los que se destacó Ricardo Corazón de León, que logró apoderarse de Acre el 13 de julio de 1191, y se puso al frente de la Cruzada, firmando una tregua con Saladino, iniciándose un período de paz, a pesar de la muerte del sultán ocurrida pocos meses después. 

CUARTA CRUZADA:

Fue contra Egipto, por ruta marítima y no incluyó monarcas, estando organizada por el Papa Inocencio III en el año 1199. Sin embargo una confabulación entre quienes dirigían la Cruzada dirigió el objetivo hacia Constantinopla. Llegados a Bizancio instalaron en el mando a Alejo IV, quien fue depuesto recayendo el mando en Alejo V; pero los Cruzados lograron imponerse y exterminaron a los cristianos ortodoxos, determinando la extinción del Imperio Bizantino, que quedó sumamente debilitado, oportunidad que luego aprovecharían los turcos en 1453, para asestar el golpe definitivo. Fue una cruzada de cristianos contra cristianos.



Las siguientes cruzadas recibieron el nombre de bálticas, por estar dirigidas contra los paganos de la cuenca del báltico y fueron realizadas entre los siglos XII y XVI, por Dinamarca, Alemania y Suecia. 

QUINTA CRUZADA:
 Fue obra de Inocencio III y se llevó a cabo en el año 1218, con la intención de conquistar Egipto, pero fracasó. 

SEXTA CRUZADA:
Se realizó sin permiso papal, en el año 1228 y fue realizada por Felipe II. Logró reconquistar Belén, Nazaret y Jerusalén, convirtiéndose en su rey por decisión personal, aunque Jerusalén fue nuevamente ocupada en el año 1224.

La toma de Jerusalén motivó la Séptima Cruzada, organizada por el rey Luis IX de Francia, pero fue un fracaso rotundo, culminando con su líder prisionero.

Sin embargo, no desalentado aún, Luis IX, una vez en libertad, organizó la Octava Cruzada en el año 1269, con peor suerte aún que la anterior, ya que falleció en Túnez víctima de la peste junto a una gran parte de su ejército en el año 1270.